Levato, Quiroga y otros
Dolor, amor y crueldad
$20.700
$23.000
PREVENTA
Cantidad de páginas: 125
Peso: 228 g
ISBN: 9786319106428
Temática: Psicoanalisis
Dimensiones: 23 x 16
Editorial: Letra Viva
CANTIDAD
-
+
Agregar al carrito
¿Hay acaso una clínica del dolor? Es la pregunta primera que se desprende de este libro. Sabemos de una clínica del dolor que orientada por el discurso médico y alentada en forma desproporcionada por el posmodernismo de un capitalismo tardío, propone una única y sola posibilidad de cómo tratar con el dolor, a saber: eliminarlo. Lo leemos en una publicidad que resulta paradigmática: el dolor para, vos no.
Así toda dolencia en lugar de ser una instancia que invita a frenar, a detenerse, a reflexionar, a construir un tiempo para crear las condiciones de posibilidad que permita modificar aquello que la produce, es por el contrario pensado como un estorbo. Así se piensa bajo el ideal de productividad que reina estos tiempos y por lo tanto debe ser eliminado.
Fragmentos del Prólogo de Juan Manuel Quiroga
[] entiendo que nos toca vivir en un mundo perverso, donde se goza con el dolor ajeno o no se quiere enterar ya de eso. Del dolor que frenaba la satisfacción masoquista o sádica a la crueldad generalizada. Esos son los tiempos que corren y los psicoanalistas tenemos que vérnosla con esta paradoja. Hacer entrar al sujeto en un mundo de significantes que lo determinan tanto como lo pulsional que lo lleva de las narices, y poder limitarlo a encontrar algo subjetivo propio sin perder el amor, que tanto se pone en juego en la transferencia.
Fragmentos de la Presentación de Mabel Levato
Así toda dolencia en lugar de ser una instancia que invita a frenar, a detenerse, a reflexionar, a construir un tiempo para crear las condiciones de posibilidad que permita modificar aquello que la produce, es por el contrario pensado como un estorbo. Así se piensa bajo el ideal de productividad que reina estos tiempos y por lo tanto debe ser eliminado.
Fragmentos del Prólogo de Juan Manuel Quiroga
[] entiendo que nos toca vivir en un mundo perverso, donde se goza con el dolor ajeno o no se quiere enterar ya de eso. Del dolor que frenaba la satisfacción masoquista o sádica a la crueldad generalizada. Esos son los tiempos que corren y los psicoanalistas tenemos que vérnosla con esta paradoja. Hacer entrar al sujeto en un mundo de significantes que lo determinan tanto como lo pulsional que lo lleva de las narices, y poder limitarlo a encontrar algo subjetivo propio sin perder el amor, que tanto se pone en juego en la transferencia.
Fragmentos de la Presentación de Mabel Levato
