Hector Jacinto Gomez
Risas de mujeres desnudas
$20.700
$23.000
PREVENTA
Cantidad de páginas: 192
Peso: 0.2 g
ISBN: 9789874789976
Temática: Literatura Argentina
Editorial: Obloshka
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Bienvenidos a Luján, Tierra de Fe. Así recibe la ciudad cristiana a todas las personas de bien que llegan a visitarla. Mejor dicho, no a todas. A algunas quiere expulsarlas. Sin embargo, se quedan, luchan y se aferran a su lugar.
El Almas existió, pero Héctor Jacinto Gómez, lejos de la crónica, construye una novela que emociona y enfurece. La noche gay y la fiesta travesti ponen en vilo a la dueña de la ciudad: la Iglesia. El Almas se enfrenta a la tradición, al gaucho, a la cruz. Esta es su historia y la de su mentora, Peona, la trava pobre que accede al colegio fino, la trava enamorada, justiciera, triste y radiante. Y de Laura, la maestra de escuela que entiende que esa lucha también es la de ella.
Escuchar risas de mujeres desnudas es la excusa de una denuncia para cerrar el local. Con la misma frase, Héctor Jacinto Gómez nos abre sus puertas y escribe una novela política sin hacer una sola declaración, sin delinear un manifiesto. Es con la vida de Peona, su amor por el Oso Rinaldi, la Cristian, las chicas del Convento de las Guerreras que nos muestra el paisaje brutal y despiadado en el que siempre, y todavía, hay lugar para reír.
El Almas existió, pero Héctor Jacinto Gómez, lejos de la crónica, construye una novela que emociona y enfurece. La noche gay y la fiesta travesti ponen en vilo a la dueña de la ciudad: la Iglesia. El Almas se enfrenta a la tradición, al gaucho, a la cruz. Esta es su historia y la de su mentora, Peona, la trava pobre que accede al colegio fino, la trava enamorada, justiciera, triste y radiante. Y de Laura, la maestra de escuela que entiende que esa lucha también es la de ella.
Escuchar risas de mujeres desnudas es la excusa de una denuncia para cerrar el local. Con la misma frase, Héctor Jacinto Gómez nos abre sus puertas y escribe una novela política sin hacer una sola declaración, sin delinear un manifiesto. Es con la vida de Peona, su amor por el Oso Rinaldi, la Cristian, las chicas del Convento de las Guerreras que nos muestra el paisaje brutal y despiadado en el que siempre, y todavía, hay lugar para reír.
